Siempre he sido una persona de gustos muy versátiles en todo aspecto, sobre todo si se trata de música. En este campo he tenido etapas de disfrutar de la música romántica, un poco de pop latino cuando iba en el colegio, en los inicios de la universidad me gustó el pop y el rock alternativo. Me quedé con mucho de lo último, quizá sobre todo con el rock.
Una de mis bandas favoritas desde entonces y hasta ahora es The Cardigans. Quizá porque sus letras son versátiles al igual que mis gustos. Tienen un poco de amor, de sufrimiento, de locura, rabia, e incluso cuando quieren utilizar algo de humor lo hacen de formas muy creativas que reflexionan ciertas vivencias de nuestras vidas que quizá habíamos olvidado.
Pero en la música así como en el fútbol, jamás he sido un fanático a muerte, de esos que se saben hasta los nombres de las mascotas de sus ídolos. De mis equipos favoritos sólo veo los partidos, de mis actores favoritos sólo veo sus películas, y de mis bandas favoritas, pues sólo escucho su música y es todo.
Para recibir el último año nuevo junto a unos amigos, decidimos realizar un pequeño tour en Suecia. Mientras navegábamos en internet, habíamos hallado unas ofertas interesantes, los free tour Stockholm a los cuales nos aventuramos a tomar como una experiencia diferente. Fuimos al punto de encuentro con los guías y tuvimos la suerte de toparnos con una guía muy joven, divertida y además muy guapa, su nombre era Mika.
Entre las distintas charlas durante el recorrido por Estocolmo comenzamos a hablar de mi banda favorita, The Cardigans. ¡Y resulta que era la banda favorita de Mika! Así que la conversación fue aún más entretenida, pues teníamos mucho más en común de lo que creía.
Pero debo admitir que quedé como un tonto cuando me comentó que The Cardigans era un grupo sueco y que por eso le gustaba más. ¡Qué sorpresa! Toda mi vida había pensado que eran ingleses. Ojalá pudiera haber visto mi cara cuando me sorprendió con su comentario. Lo más gracioso es que me lo dijo frente a todos mis amigos, quienes se burlaron y se rieron a carcajadas de mi ignorancia. Sin duda alguna pasé una gran vergüenza frente a esa chica guapa que al final resultó ser más conocedora que yo.
Pero bueno, fue una de las experiencias que más disfruté de mi paseo en Estocolmo. Visitamos muchos lugares increíbles y conocimos algunas costumbres interesantes de los suecos. Entre ellas, que se enorgullecen muchísimo por los grupos musicales famosos cuyos integrantes son compatriotas suyos.